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Mientras comienza el carrusel de nuestros políticos, en su lucha por los sillones
de los Ayuntamientos, dejándose ver en cartelerias de todo tipo y colores, colgan-
do de plazas y parques; en Andalucía continúa la desesperación de los socialistas
reflejada en el rostro de su máxima representante, esperando encontrar algún pac-
to ( con quién sea ), para poder ser investida Presidenta, el curso sigue, y todo pa-
rece normal, dentro de la anormalidad predominante, y de repente, otro sobresalto,
que ya no coge de sorpresa a nadie, pero que nos hace enrojecer de nuevo, porqué
la maraña de la corrupción en este país, no tiene limites.
Esto se está convirtiendo en una práctica tan habitual, que va a crear precedente,
aunque muchos se empeñen en lo contrario. Es en lo único que somos, los prime-
ros de la clase. El enriquecimiento ilícito, se está convirtiendo, en asignatura a
tener en cuenta. Habría que endurecerla, porqué hay ya, una mayoría importante,
que saca matricula de honor, con suma facilidad.
Dentro de DEFEX, empresa a la que le debemos el penúltimo favor, eso si, con
el consentimiento y complicidad del SEPI (Sociedad Estatal Participaciones Indus-
triales), de otro caso de corrupción, que como no, traerá cola, porqué además trae
impresa la "marca España".
La empresa Defex, se presenta diciendo: Apoyamos a la industria española, cubrien-
do todas las necesidades de promoción y exportación en mercados internacionales
de bienes y servicios. Defensa, Protección Civil, Medico-Hospitalarios, Puertos y
Aeropuertos, Obras Públicas, Energías Renovables.
De momento, les han pillado en el primer campo (Defensa). O sea que esto, puede
que no haya hecho más que empezar, porque los otros sectores en los que se mue-
ven, parecen como buscados para "comisionistas expertos".
La corrupción, creo que va a tener que ser tomada en serio, en el campo de la psi-
quiatria, porqué se está convirtiendo en una epidemia, extendida por todo el terri-
torio nacional. Donde existe una caja fuerte, que no es tuya, hay peligro eminente
de caer en la tentación, o más bien, directamente de llevarse lo que guarda.
Y mientras, la mayoría del pueblo llano, de meros espectadores, en esta proyección
sin fin, soportando las escenas intolerantes, vergonzantes, deshonestas, y todos
los adjetivos que ustedes quieran añadir, que nos ofrecen nuestros dirigentes.
Y ahora, que es momento de ello, piden el voto de los que con el sacrificio diario,
y a duras penas, son capaces de sobrevivir.¿Hasta donde va a llegar la paciencia
de los ciudadanos?
¿En qué país habitamos?, ¿En España?.Pues estoy empezando a sentir verguenza
propia y ajena, de lo que nos están considerando fuera de nuestras fronteras.
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