domingo, 29 de noviembre de 2015

MÚSICOS SIN CARA, MÚSICOS CON ALMA.

                                                    ARTE POR CUALQUIER ESQUINA

                         Ayer, obligado por las circunstancias ineludibles, por las que a veces, uno no puede
                         negarse, me ví envuelto en esa expresión, que por cierto, tiene nombre de pelicula de
                         suspense, llamada "Black Friday", que por mucho que lo pienso, no sé porqué un
                         "viernes negro", tiene que ser justificación para que la gente salga a comprar en trom-
                         ba, como si les fuera la vida en ello. Pero estamos en Sevilla, y aquí, por mucho que 
                         les pese, casi todo se magnifica. Así que, posiblemente el ambiente de ayer por las
                         calles de la ciudad, en compañia de un Sol radiante, y una temperatura digna del
                         mes del Abril, dejarian en pañales a Filadeldia, cuna del susodicho invento, porqué
                        " la bulla", por mucho que se empeñen, es patrimonio nuestro.
                         El día invitaba y obligaba a pasear, sobre todo porqué no habia forma de tomar una
                         cerveza, en los sitios de costumbre, así que con la compañia del olor a "adobo" de
                         Blanco Cerrillo, con el sonido de las canciones de algún que otro músico callejero, 
                         fuimos abandonando esa arteria, a punto de explotar, que une La Campana con
                         Plaza Nueva, hasta desembocar en la Avenida. Y allí, en una esquina cualquiera,
                         nos encontramos con estos músicos "sin cara", ( la imaginación, no conoce limites),
                         que llamaron poderosamente mi atención. No fué su forma de cantar la que captó
                         mi curiosidad, sino la incognita de: ¿quienes estaran dentro de esos "tipos"? Por
                         mucho que "sonaba la lata", con la caida de las monedas, que iban tirando, algún
                         que otro viandante, no perdian la compostura, seguian cantando, manteniendo im-
                         pertérritos su anonimato. No había dudas, su `principal atractivo, el tirón para hacer
                         taquilla, era su puesta en escena.
                         Al fín y al cabo, estaban en su derecho. No hay más motivo de dicha celebración,
                         por llamarlo de alguna manera, que el de hacer caja, pasar las cuentas de los comer-
                         cios de numeros rojos a negros, gracias al superavit de ventas. Este es el verdadero
                         fín de la causa, de lo llamado "viernes negro", del que no estoy a favor, ni en contra,
                         sino todo lo contrario, pero coño, dejemonos ya de importar inventos. Si de lo que
                         se trata es de reclamo públicitario, habra una palabra con más poder de convoca-
                         toria, española para más señas, y que se escribe: REBAJAS.
                         No todos habran logrado su objetivo, pero espero y deseo que esos músicos "sin
                         cara", pero con alma, hayan sido de los que hayan abandonado el "rojo", y hayan
                         logrado pintar de "negro" sus vidas. Por méritos propios, lo tendrian bien merecido.
                        

sábado, 14 de noviembre de 2015

PARIS: LA LUZ SE TORNÓ OSCURIDAD.

                        HOY: LAGRIMAS POR PARIS. MAÑANA ¿POR QUIEN LLORAREMOS?
                                            


                        Algunos se han empeñado en oscurecer de la forma más tragica su inapelable slo-
                        gan: "Paris, ciudad de la luz", y hoy han conseguido su objetivo, cubriendo con un
                        velo negro, la luminosidad que desprende.
                        Anoche, mientras veiamos tranquilamente la televisión, escuchabamos la radio, o
                        disfrutabamos de la lectura de un libro, se producia un espeluznante atentado, otro
                        más, que por mucho que lo intento, y por más que lo pienso, no encuentro pala-
                        bras, y mucho menos calificativos, que puedan servir de apellido a esta sinrazón.
                        El nombre, si lo tengo claro, se llaman ASESINOS, y lo pueden llevar a gala los
                        que de forma ruin, han sido capaces de asestar este golpe, no solo a los parisinos,
                        si no a todos los que nos sentimos ciudadanos libres, indistintamente del país en que
                        nos ha tocado nacer, del idioma que hablemos, de las creencias religiosas....., hoy
                        sentimos y compartimos el dolor de cientos de familias, que han visto entrar la muer-
                        te en sus casas, de forma inesperada, pero sobre todo, con una crueldad inusitada.
                        De nuevo Paris, Francia, el mundo libre, se tiñe del más riguroso de los lutos.
                        Consternado por los acontecimientos, quiero hacer una reflexión, y no tengo por
                        más que llegar a la conclusión, de que  la forma de actuar de Occidente, de nues-
                        tros dirigentes, son los que nos han puesto en el punto de mira de esta "guerra" de-
                        clarada, en forma de terrorismo. Hay muchos antecedentes, pero la intervención en
                        Irak, de los que todos sabemos, y las politicas de intervención de Francia en la cri-
                        sis de Siria, han sido el último detonante, que ha desatado la barbarie que venimos
                        sufriendo los últimos años.
                        Las formas de terrorismo han cambiado. Es dificil entender quienes son estos acto-
                        res que se movilizan y que pueden estar en cualquier parte, prestos a disparar de
                        forma indiscriminada, sin ningun tipo de miramientos.
                        Ningun crimen de estas caractericticas tiene justificación, y mucho menos perdón,
                        pero, no lo olvidemos, recogemos lo que sembramos.
                        Hay que buscar, si es necesario de forma desesperada, la formula de vuelta a la
                        cordura. Hay que preguntarse como conseguir la paz, crear nuevas estrategias para
                        abordar los conflictos e implantar otra política de seguridad y democracia global.
                        De lo contrario, los campos seguiran sembrados de odio y venganza, y la cosecha
                        no puede ser otra que la muerte, que se llevará por delante, como siempre ocurre
                        en estos casos, a miles de inocentes.
                        Hoy lloramos el dolor de Francia. Mañana, ¿ por quienes serán las lagrimas ?