Impensable panorama, el que, de nuevo nos toca vivir, haciendonos
volver a una época, que por muchos esfuerzos que se quieran hacer,
por olvidarla, se hace tarea casi imposible, porqué siempre surge al-
gún "conato", alguna "chispa", ó más directamente, una advertencia,
de que se puede, pero hasta un limite, que nos marcan como linea
del precipio, en que nos podemos ver abocados, si no acatamos, sin
rechistar, las leyes que se han reinventado entre unos pocos, pero con
la que no están de acuerdo la inmensa mayoria de los españoles.
Así que, con esta agobiante ola de calor, propiciada por vientos prove-
nientes de Africa, nos llegan, aparte de la subida notable de las tempe-
raturas, una serie de leyes, propias de muchos países que componen
el continente vecino, impropias e inaceptables, una vez que cruzan el
Estrecho de Gibraltar, y se adentran en la vieja Europa.
No creo que consigan manipular la veracidad, la voluntad de expre-
sarse de millones de españoles, y muchos de nosotros, es un deber,
seguiremos dando las versiones reales, de lo que vaya aconteciendo,
aún a sabiendas del "peligro" que nos acecha.
De nuevo, habrá que agudizar el ingenio, y aquí de eso, andamos
sobrados.
Sólo queda esperar, que del "tapabocas", que nos imponen, nos po-
damos librar, en un periodo corto de tiempo. Voy a ser más directo,
que aún se puede, cuando este gobierno cambie de color. Y eso, será
en Noviembre. Mes propicio para "enterrar", lo que tan poco nos ha
aportado.
Aún así, no caigamos en nuestra propia trampa, y convirtamos en silen-
cio, lo que estamos deseando de decir a gritos. Es la forma de demos-
trar nuestra disconformidad, con medidas que no pueden ser más anti-
democraticas, a la vez, que antipopulares.
Seguiremos soportando el "calor africano". Ya vendran vientos más
frescos, y sobre todo más limpios, en Otoño.