sábado, 2 de mayo de 2015
A LAS MADRES DE LA POSTGUERRA
MARÍA TOPETE, CON GRUPO DE NIÑOS EN UNA TERRAZA CÁRCEL DE VENTAS
Hoy, inevitablemente, me ha venido al recuerdo, la imagen de aquellas
mujeres comprometidas con la izquierda, iniciadas en la política de la
mano de la Segunda República, que fueron vilmente maltratadas y en-
carceladas, al igual que otras muchas, que su único delito era el ser es-
posas, madres, hijas o abuelas de los que lucharon contra los golpistas.
Las que recalaron en la cárcel de Ventas, centro destacado de esta oscu-
ra etapa, tuvieron la "suerte" añadida de encontrarse con un personaje
de una crueldad digna del régimen, María Topete.
Descendiente de una aristocrática familia de marinos, fervorosa católica
y por supuesto de derechas, era alumna aventajada y brazo ejecutor de las
ideas de Antonio Vallejo-Najera (militar y psiquiatra), al servicio del fran-
quismo, quien pensaba que el ser "rojo", venia dado por un defecto genéti-
co y que dejó varias perlas, similares a estas, para la posteridad.
El objetivo principal de esta Sra., era el de "salvar" a los hijos de los re-
públicanos, de la maléfica influencia de sus padres. Así, que fué nom-
brada directora de la Prisión de Madres Lactantes de Madrid. El nom-
bre del centro, lo dice todo por si mismo, no necesita más definición.
Su objetivo, reducir al máximo el contacto entre madres e hijos, "impe-
dir que los niños mamaran la leche comunista".
En su afán de llevar a cabo su cometido, no dudaba en separar a los ni-
ños de sus madres. Para evitar el contagio del marxismo, los entregaba
en adopción a familias pudientes, afectas al régimen, o a conventos y
seminarios, condenados a ser monjas o curas.
Así, que hoy, cuando he escuchado lo del "día de la madre", no he podi-
do dudar, ni por un momento, volcar mi pensamiento en la valentía, la
integridad, el sufrimiento, el saber ser madres, de estas mujeres, cuyo
único delito es de todos conocido, tener unas ideas o ser copartícipes de
ellas. En días como este, la bandera que defendieron, no tiene por más
que verse empapada en lagrimas, derramadas por tantas injusticias co-
metidas, contra quienes la defendieron.Vaya por aquellas madres, mi
más honesto reconocimiento y un abrazo de profunda admiración.
Hoy es , inexcusablemente, su día.¿Se puede ser más madre?
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