Estamos en pleno mes de Mayo, y en muchos pueblos de nuestra
Andalucia, se celebran fiestas y romerias, que este año, sufren la
visita inesperada de personas, que en formada comitiva, se pasean
entre la vecindad, ofreciendo la mano, y correspondiendo a quien
se la tiende, con octavillas, sonrisas, mano sobre el hombro, y fra-
ses, como si de "salvadores" se tratase, capaces de solucionar to-
dos los problemas que acucian a la vecindad, de un plumazo. Sólo
les piden una cosa a cambio, tras largas parrafadas, que algunos
apenas entienden, el voto, pero no para ellos, es para el pueblo,
que quede claro, porqué ellos vienen a trabajar por y para todos,
mientras uno de ellos señala con su mano, al candidato de turno,
que va en la cabecera, rodeado por gente de su partido, con más
rango. Y al final, muy al final, pues en definitiva es de lo que se
trata, señalan a su candidato, prometiendo a los presentes, que ten-
dran el mejor alcalde, en la persona que representa sus siglas. Por
supuesto, ni que decir tiene, que todos los que en ese momento se
encontraban en la taberna, estaban invitados. Paga el partido, ex-
clamó, quien, a todas luces, tenia potestad para hacerlo.
Estos actos esporádicos, no son del agrado de los que regentan el
negocio, pero se producen, y no hay más remedio que soportarlos.
Y mientras van desfilando, antes de que saliera el ultimo, ya habia
alguno que otro, que los estaba poniendo a parir. Golpecito en la es-
palda, mientras se comparte el vino, y ¿a quien quieren engañar esta
gente?, cuando van saliendo por la puerta. Es la hora justa de aban-
donar el local, porqué ahora es cuando empieza el verdadero debate,
entre los que quedan en la barra, y los pocos que siguen sentados.
Casi con toda seguridad, mañana habrá nuevas enemistades, provo-
cadas por el acaloramiento partidista de quienes, sin buscarlo, se
encontraron con un acontecimiento inesperado.¡ Señores, no se pue-
de venir a las tabernas, a hacer campaña! Es de los pocos lugares,
donde, dice la experiencia, que se puede hablar de todo, menos de
política. Ya hay azulejos, que nos recuerdan, con sus inscripciones,
"Prohibido el cante", "Hoy no se fía, mañana si", y cosas por el es-
tilo. No nos obliguen a tener que poner, alguno con alusiones a los
políticos, porque a buen seguro, no seria del agrado de todos.
Tras el paso de la caravana política, comenzaron las discusiones,
entre partidarios y detractores, subiendo el tono en algún corrillo,
más de lo acostumbrado por estos lares. Era de esperar, como está
el panorama. Y de repente, sin mediar palabra, se escuchó una voz,
que salia de detrás de la barra:¡La primera y la última!, exclamó
Manolo (el tabernero). ¡A hacer política, a la puta calle!. Aquí, no
entendemos de eso.
Llevaba toda la razón, un establecimiento, donde por norma, el
cliente, siempre lleva la razón, no se debe de utilizar para fines que
no sean los establecidos,o sea: la camaradería, la tertulia, el Betis,el
Sevilla, en fin, lo que se ha hecho siempre.
Los mitines, en las plazas y en los teatros. Las tabernas, siempre han
sido lugar de encuentro, no de separación.
Así que se de todo el mundo por aludido, y cada cosa en su sitio.
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