sábado, 26 de septiembre de 2015

¿A LA QUINTA, VA LA VENCIDA?

                                       
                                               ¿ A LA QUINTA, VA LA VENCIDA ?
                    No es la primera vez que se plantea el proceso soberanista en Cataluña. Desde el siglo
                    XVII, hasta en cuatro ocasiones se ha llegado a proclamar la independencia, de forma
                    unilateral, y siempre ha acabado en rotundos fracasos.
                    En el año 1641, con la Guerra del Segadors, que transcurrió bajo el reinado de Felipe IV,
                    estalla la sublevación del 7 de junio de 1640, fecha en la que se produjo una explosión de
                    violencia liderada por segadores y campesinos, que atacaron a funcionaros reales y cas-
                    tellanos. Durante la rebelión, Pau Claris, politico y eclesiastico que presidia la Generali-
                    tat, proclamó la República catalana el 17 de enero de 1641. Dicha "independencia, duró
                    seis dias, momento en el que Claris rectifica y proclama al rey Luis XIII de Francia como
                    Conde de Barcelona, dejando al principado catalán bajo su soberania.
                    La revuelta catalana consiguió ser sofocada mediante la Paz de los Pirineos, firmada el
                    7 de noviembre de 1659, entre la monarquia española y la francesa. Con este tratado se
                    estableció la frontera entre las dos potencias, España y Francia, mediante los Pirineos.
                    La segunda intentona de independencia, duró apenas dos dias, estuvo vigente  durante 
                    la I República española. Un grupo de politicos dirigidos por José Garcia Viñas y Paul
                   Brousse, proclamaron en el ayuntamiento de Barcelona el "Estado catalán federado con
                   la República española". Tras dos dias de negociaciones con el Gobierno central, la pro-
                   clamación se revocó y su principal lider Estalisnao Figueras, se vió obligado a dimitir.
                   Con la proclamación de la II República española, se vuelve a producir una situación
                   tensa entre el Gobierno español y Cataluña. El tercer intento de independencia, viene
                   de la mano del presidente de Esquerra Republicana, Frances Macià, que tan sólo una
                   hora después de que el presidente de la República saliera al balcón del ayuntamiento de
                   Barcelona, para anunciar la nueva era politica, aparece en el mismo lugar, por sorpresa,
                   asegurando que en el nombre del pueblo de Cataluña se proclamaba la República Fe-
                   derada catalana dentro de la República española. Como respuesta, el Gobierno espa-
                   ñol envia a varios ministros a negociar con Macià, acordandose que el consejo de Bar-
                   celona actúe como gobierno de la Generalitat de Cataluña. Un año más tarde, se apro-
                   baria el primer Estatuto de Autonomia catalán, el Estatuto de Nuria.
                   La última vez que intentaron poner en marcha la via independentista, acabó sin el bene-
                   placito del resto del país. En el año 1934, con el gobierno de Lerroux, el presidente de la
                   Generalitat, Lluis Companys, proclamó de nuevo el Estado catalán, como argumento, que
                   el nuevo gobierno español era "fascista" y "monarquizante". Como consecuencia, este en-
                   frentamiento político, costó la vida a 46 personas y la detención de Companys y parte de
                   su gobierno, así como la clausura del parlamento autonomico y la suspensión del Estatuto
                   de Nuria. Hasta aquí, la penultima aventura, hasta el once de septiembre de 2012, donde
                   bajo el lema: "Cataluña, nuevo estado de Europa", y aprovechando el dia de la Diada, se
                   enciende de nuevo la llama independestista, fomentada por la Asamblea Nacional  Cata-
                   lana, encabezada por quienes todos conocemos, que ha desembocado en las elecciones
                   del 27 de septiembre de 2015.
                   Me pregunto si esta situación, deberia de haber llegado a producirse, y en mi mente bro-
                   tan un sinfin de respuestas, pero no consigo saber cual es la adecuada.
                   Lo cierto, es que este mismo lunes, podemos encontrarnos ante una situación que no por
                   anomala, deja de ser grave, que historicamente sabemos que es el quinto conato, pero                        del que desconocemos cual puede ser su desenlance.
                   Que la sensatez y la cordura sean compañeras inseparables, de los que van a tener en
                   sus manos, lo que no quiero que dé en llamarse, el acontecimiento más importante des-
                   de la II República.
                   La unión es sinonimo de fuerza, y en esta ocasión lo que se está buscando por parte de
                   una minoria, es la rotura de la integridad del territorio nacional.
                   Con respeto hacia todas las posiciones e ideas, yo siempre abogaré porque: "A la quinta
                   no vaya la vencida."
                 
                    
                  

                    

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