Mientras en España, el tema candente, es el ser o no ser del partido
en el gobierno, por las circunstancias que todos conocemos, y que
llegan mucho más alla de los últimos acontecimientos, como quieren
hacernos ver, la falta de "honradez" informativa de algunos medios,
(demasiados, diría yo), el absoluto secretismo alrededor de la famosa
lista de los amnistiados fiscales, que en cualquier país que presume de
ser democrático, no habría que pedir casi a gritos, su publicación, y
algunas cosas más, no por no mencionadas, de menos relevancia, este
mundo nuestro sigue girando, para unos más aprisa de lo que desearan,
para otros, con paso parsimonico. De una forma u otra, la verdad es que
la brecha abierta, ente Norte y Sur, de ese eje imaginario, en el que es-
tamos divididos, se hace cada vez más patente.
El Mediterráneo, convertido desde hace mucho tiempo, en cementerio
improvisado, donde dejan sus vidas, quienes huyendo de la miseria, tra-
tan de encontrar, algo mejor, en forma de esperanza de vida. El último
suceso acaecido, es estremecedor.
¿Que más tiene que suceder, para que aflore el sentido común?. Hay que
mirar la realidad cara a cara, y no de reojo, como se viene haciendo.
Tienen que suceder desgracias de esta magnitud, para que Europa diga
que se va a activar un plan para evitar naufragios.¿Creen, que esta es la
solución?. Mientras el norte de Africa, siga manteniendo su "status" de
pobreza e inestabilidad, esto no tiene freno. Porqué ese es el desencade-
nante de estas tragedias.
Aquí, estamos en otra onda. Mientras el Sr. Draghi, presidente del BCE,
tiene la desfachez de subirse el sueldo, cuando la congelación de estos
prevalece en muchas instituciones de la administraciones publicas, de la
Zona Euro. Otros se alían en el Parlamento Europeo, contra las ayudas
fiscales a la banca, que esto, a pesar de las pataletas de los poderes finan-
cieros, siempre suelen ser "pelotazos" preelectorales.
Y entre encuesta y encuesta, de intención de voto, que al parecer es lo que
prevalece ahora, seguiremos sufriendo las vicisitudes, que a los cabezas de
cartel, le vengan en gana. Suma y sigue, que hace tiempo, que dos más dos
no son cuatro.
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